Ser rastafari significa mucho más que rastas, reggae y marihuana. Eso es lo que descubrí en mi último viaje a Etiopía. Cuando el recorrido casi tocaba a su fin, paramos en una comunidad rastafari, donde conocí de primera mano que el rastafarismo es un movimiento sociocultural influenciado por corrientes panafricanistas. Tiene, además, un fuerte componente religioso que considera entre otros asuntos, que Haile Selassie I, el último emperador de Etiopía, es la encarnación de Dios en la tierra.