En 2003, una rebelión iniciada contra el Gobierno de Sudán en Darfur motivada por la marginalización económica e inseguridad de la región derivó en un conflicto armado que provocó el desplazamiento de millones de personas y acabó con la vida de cientos de miles. La inacción por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llevó a la recién creada Unión Africana a intervenir a través del envío de una misión de paz conocida como Misión de la Unión Africana en Sudán. La cual terminó evolucionando a una conjunta entre la organización africana y las Naciones Unidas: UNAMID (2007 – 2020), que conforma uno de los ejemplos más notables de colaboración entre las Naciones Unidas y una organización regional.