A finales de 2020 se alcanzó un acuerdo para normalizar las relaciones entre Israel y Marruecos. Antes de la su independencia en 1956, Marruecos era el país del mundo árabe con mayor presencia de población judía. Actualmente 40% de la ciudadanía marroquí desconoce el legado del judaísmo en su país, y su visión de Israel se limita al enfrentamiento con Palestina. La normalización de relaciones traerá grandes ventajas económicas para la población del reino alauí, dedicada en su mayoría a la explotación agrícola, ámbito en el que Israel es considerada una potencia global.