El 12 de enero se celebró el Yennayer, el año nuevo amazigh. Esta cultura originaria del Magreb y que ha estado tantos años silenciada u olvidada entró en su año 2972 hace algo más de un mes. No obstante, su Historia se remonta a casi el 10.000 a.C., por lo que su año 1 no coincide con sus orígenes, sino con otro acontecimiento. Este fue determinado por Amar Negadi, calificado como “padre del calendario Amazigh” y que logró grandes avances hacia la homogeneización y difusión de su cultura.

La población tunecina, sobre todo la más joven, lleva reivindicando más de diez años una serie de cambios políticos y económicos que no parecen materializarse. En 2021 las manifestaciones multitudinarias volvieron a llenar las calles, donde la juventud exigía que sus necesidades fueran escuchadas. Un año después no parece que dichas demandas hayan sido solventadas, aunque la situación política del país sí ha cambiado.

Nacido a finales de 2020, el podcast Machi Rojola apuesta por visibilizar una masculinidad plural en Marruecos. El activista Soufiane Hennani, miembro del colectivo Elille, emplea este espacio para cuestionar los roles de género y promover una mayor diversidad sexual en el país norteafricano. Los programas se emiten en darija, árabe marroquí, con el objetivo de acercar el debate al conjunto de la población magrebí.

A finales de 2020 se alcanzó un acuerdo para normalizar las relaciones entre Israel y Marruecos. Antes de la su independencia en 1956, Marruecos era el país del mundo árabe con mayor presencia de población judía. Actualmente 40% de la ciudadanía marroquí desconoce el legado del judaísmo en su país, y su visión de Israel se limita al enfrentamiento con Palestina. La normalización de relaciones traerá grandes ventajas económicas para la población del reino alauí, dedicada en su mayoría a la explotación agrícola, ámbito en el que Israel es considerada una potencia global.