El 12 de enero se celebró el Yennayer, el año nuevo amazigh. Esta cultura originaria del Magreb y que ha estado tantos años silenciada u olvidada entró en su año 2972 hace algo más de un mes. No obstante, su Historia se remonta a casi el 10.000 a.C., por lo que su año 1 no coincide con sus orígenes, sino con otro acontecimiento. Este fue determinado por Amar Negadi, calificado como “padre del calendario Amazigh” y que logró grandes avances hacia la homogeneización y difusión de su cultura.

Desde el estallido de la Revolución libia en 2011, el país ha vivido en una situación de agitación causada por la coexistencia de diferentes actores con perspectivas de futuro contrastantes. En los últimos años han sido numerosos los esfuerzos diplomáticos que han intentado poner fin a la problemática del país. Sin embargo, ninguno ha tenido una influencia tan decisiva como la que se obtuvo el pasado 23 de octubre con la firma del alto el fuego permanente mediado por la ONU. Este acuerdo debería fortalecer el plan de paz propuesto por la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas (UNSMIL) y alentar la adopción del embargo de armas adoptado por el Consejo de Seguridad.