El norte de África es una de las regiones del planeta que más está sufriendo los efectos del cambio climático. De todos los países de la región, Sudán es considerado uno de los más vulnerables del mundo, ya que sus recursos naturales y ecosistemas se están deteriorando. Los expertos aseguran que, si no se interviene para revertir la situación, varias zonas de este país pueden volverse inhabitables a causa del cambio climático. Pero, a raíz de la revolución de 2019, liderada prácticamente por mujeres – que fueron determinantes para la creación de un gobierno de transición -, Sudán tiene una oportunidad para invertir en desarrollo sostenible y apostar por una economía verde.

De acuerdo a los objetivos establecidos en la Agenda 2063 por parte de la Unión Africana (UA), las energías renovables son una de las llaves hacia un mejor futuro para los habitantes de este continente. En consecuencia, es de esperar un esfuerzo sostenido por parte de los organismos internacionales, estados y entes privados por desarrollar este sector. Sin embargo, si bien este puede suponer un gran avance, requiere también de grandes esfuerzos e inversiones, factores que están siempre sujetos a todo tipo de oscilaciones.