Se habla poco de esta conmemoración que data de más de cincuenta años: el Día de la Mujer Africana que se celebra el 31 de julio. El inicio de esta celebración remonta al 31 de julio de 1962, cuando mujeres de todo el continente africano se reunieron en Dar es Salaam (Tanzania) en la primera Conferencia de Mujeres Pan-Africanas (CFA). En este encuentro se propusieron como objetivos prioritarios hablar sobre las contribuciones de las mujeres en la liberación del continente de la interferencia extranjera, en la eliminación del apartheid y en el establecimiento de una justicia común que defendiera los derechos humanos. Desde entonces, mujeres de África han perseguido estos objetivos, tanto personal como colectivamente, y cada una ha contribuido a cambiar su país y el continente entero. Este artículo recuerda algunas de estas figuras femeninas que han marcado y siguen marcando el ritmo de los cambios y mejoras en el continente.
Finda Koroma. Vicepresidenta de la CEDEAO desde 2018, Finda Koroma es una abogada de renombre internacional de Sierra Leona. Con una educación adquirida en prestigiosas universidades internacionales, ha desarrollado su carrera profesional en el sector público y privado durante más de 20 años. Con Fatima Maada Bio (actual Primera Dama de Sierra Leona), Koroma es co-iniciadora del proyecto 50 Million African Women Speak (50MAWSP) que, según ella, es un proyecto que «se suma a los muchos otros programas implementados en el ámbito de género en África del Oeste […] para el desarrollo y el empoderamiento de las mujeres y las niñas». Este proyecto marca el énfasis de su política de ética de género y la promoción de la mujer como palanca para el desarrollo sostenible en África.
Sahle-Work Zewde. Sahle-Work es política y diplomática etíope de carrera. Tras haber sido embajadora en varios países del mundo, ha servido en la ONU como representante de Etiopía. Ha trabajado en la Unión Africana como representante del Secretario General de las Naciones Unidas, António Gutteres. Su unánime elección como primera mujer presidenta en su país en Octubre 2018 hizo soplar un viento de cambio en la política etíope, dando ejemplo a los otros países del continente, al destacar la vital importancia de la igualdad de género en las políticas de su gobierno. En una entrevista sobre su política en cuanto a la igualdad de género acordada a France 24, un año tras su elección, contestó: “Si ser feminista es luchar contra la desigualdad [de género] y el empoderamiento de la mujer; abordar la desigualdad; abordar la justicia social, porque la cuestión de la mujer es justicia social; aceptar que el problema de la mujer es el tema más transversal; dar la voz a las mujeres y que deberían participar en cambiar el mundo, entonces, estamos de acuerdo con esa definición [de ser feminista]”.
Gisèle Rabesahala. Figura política de renombre, Gisèle Rabesahala nació en la Isla de Madagascar en 1929. Al regresar a su país natal con su familia en 1942, después de haber vivido en Francia, Túnez y Malí, integró los movimientos nacionales de lucha por la independencia de Madagascar y comenzó una carrera política activa que posteriormente la llevó a ser la primera mujer ministra en el gobierno de Madagascar tras la independencia. Su política ejemplar se basó en el respeto y la búsqueda de los derechos humanos y la libertad de los pueblos malgaches –y africanos– en medio del movimiento de independencia, aliándose con otros activistas africanos. Soltera y sin hijos, defendió que prefería «servir a su país que a una persona».
Amina Priscille Longoh. Con tan solo 29 años, Amina Longoh fue designada Ministra de Protección de las Mujeres y la Infancia de Chad el pasado 14 de julio. Graduada en comunicación y con una gran vocación humanitaria, creó la Fundación Tchad Helping Hands, que ayuda a las personas a acceder a los servicios básicos de salud, educación o acceso al agua potable; y garantiza la igualdad de oportunidades para las mujeres y las niñas. Longoh fue también directora de la Casa Nacional de la Mujer en 2019, cuando logró firmar un acuerdo de asociación con un bufete de abogados para el apoyo legal y judicial de las mujeres víctimas de violencia. Ese mismo año fue nombrada Comisionada de Educación de la Unión Panafricana de la Juventud. El pasado mes de junio fue distinguida por el jurado del Premio Africano de Desarrollo como la Mejor Gerente de Network Marketing del 2020.
Wangari Maathai. (1940-2011). Wangari Maathai fue la primera mujer africana Premio Nobel de la Paz. Fue una de las defensoras de que la paz y la democracia son solamente compatibles si van acompañadas de un mundo sostenible y consciente con el medioambiente. Maathai, una mujer de etnia kikuyu, pese estar socialmente condenada a vivir sumida al campo, rompió todos los esquemas tradicionales. Su esfuerzo en el colegio la llevó a obtener una beca para estudiar en Estados Unidos, donde se graduó en Biología. Más tarde, Maathai viajaría a Alemania para doctorarse en Anatomía Veterinaria, convirtiéndose así en la primera catedrática keniana. Pero sus títulos académicos no lo son todo. Durante la década de los 80, Maathai militó incansablemente por los derechos de las mujeres a la igualdad de salarios y oportunidades, llegando incluso a encabezar la dirección del Consejo Nacional de Mujeres de Kenia. Además, dedicó muchos años al activismo ecologista, creando el Movimiento Cinturón Verde en 1977, una iniciativa que pretendía reforestar Kenia a través de la emancipación y el empoderamiento femenino.
Funmilayo Ransome-Kuti. Nació en Abeokuta, Nigeria, en 1900 y fue una maestra, política y activista considerada una de las líderes más importantes de su región. Su activismo se centró principalmente en la lucha por los derechos de la mujer y lideró, juntamente con Elizabeth Adekogbe, la lucha del movimiento en los años 50. En su militancia política lideró una campaña contra los controles de precios y los impuestos coloniales que estaban afectando a las mujeres comerciantes de Abeokuta. Fue una de las pocas mujeres electas para integrar la House of Chiefs, una de las instituciones por aquel entonces más influyentes del país. En los años 70 cambió su apellido, pasando a ser Funmilayo Anikulapo-Kuti, para identificarse aún más con su cultura Yoruba.
Trifonia Melibea Obono. Nacida en Afaetom, Guinea Ecuatorial, en 1982, Trifonia es una periodista, politóloga, docente e investigadora. Ha escrito varios libros que la catalogan como una de las voces más vanguardistas y valientes de la literatura de autores nacidos en Guinea Ecuatorial, tomando como eje principal los temas de la mujer y el género en el continente africano. Abiertamente bisexual y luchadora por los derechos del colectivo LGTBIQ, toda su obra está escrita desde una perspectiva feminista, visibilizando las desigualdades sufridas especialmente por mujeres africanas y mujeres lesbianas, un tema considerado tabú que ella consigue sacar a la luz. Merecedora de varios reconocimientos, su relevancia se encuentra también en ejercer un rol de intercesión entre España y Guinea Ecuatorial gracias a sus estudios en la Universidad de Murcia y Salamanca y siendo ahora docente en la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial.
Aya Chebbi. Nacida en 1988 en la ciudad tunecina de Dahmani, es una diplomática, activista panafricana, conocida por su lucha feminista y su compromiso con los derechos humanos. Se convirtió en 2018 en la primera Enviada Especial de la Unión Africana de Juventud, siendo la alta representante más joven de la historia de la organización. Aya Chebbi comenzó a ganar reconocimiento como bloguera durante la Revolución Tunecina de 2010. Más tarde, viajó por todo el continente para apoyar y entrenar jóvenes lideresas y activistas promoviendo la movilización pacífica contra las injusticias. Es cofundadora de la plataforma The Voice of Women Initiative, un grupo activista sobre el empoderamiento femenino con proyectos en terreno. Aya Chebbi ha recibido varios premios internacionales gracias a su firme compromiso con el panafricanismo y su defensa de la Agenda 2063, la cual sigue muy de cerca como alta funcionaria de la Unión Africana.
Nawal al-Sa’dawi. Activista egipcia, Nawal al-Sa’dawi es considerada como referente del movimiento feminista en el mundo árabe. Médico y escritora de profesión, ha ido combinando a lo largo de su extensa carrera puestos de responsabilidad con su pasión por la escritura y su lucha incansable como activista política. Fue Directora General de Salud Pública del gobierno egipcio, puesto que perdió tras la publicación en 1972 del libro «Mujeres y Sexo», en el que denuncia la práctica de la mutilación genital femenina. Ese mismo año decidió exiliarse al Líbano para evitar la censura en su país. También ocupó el cargo como Consejera de la ONU para el programa Mujeres en África. Tras la vuelta a su país natal en 1981, fue encarcelada por sus críticas a la firma de los Acuerdos de Paz de Camp-David entre Egipto e Israel. Un año más tarde, después de su liberación, fundó y presidió la Asociación Solidaria de Mujeres Árabes (AWSA) y la Asociación Árabe para los Derechos Humanos. Su popularidad comenzó a escalar al mismo tiempo que aumentaba la represión y la censura en Egipto, por lo que decidió finalmente, en 1993, tras amenazas de muerte, exiliarse a los Estados Unidos. Años más tarde regresó a Egipto y sirvió como ejemplo para las nuevas generaciones en las manifestaciones de la plaza Tahrir de El Cairo en 2011. Ha publicado a lo largo de su vida 60 libros, traducidos a 40 idiomas. Es considerada una eterna candidata al Premio Nobel de Literatura.
Caddy Adzuba. Nació en Bukavu, República Democrática del Congo, en 1981. Licenciada en Derecho, ejerce como periodista, profesión desde la que desde muy joven defiende los derechos de la mujer, la infancia y la libertad de prensa en su país. En múltiples ocasiones ha sido galardonada con reconocimientos a la importante tarea que lleva a cabo en el Congo. En una entrevista para el diario Público, Adzuba denunciaba la explotación que sufre la ciudadanía congoleña, en especial la violencia sexual contra las mujeres y las niñas, en el marco de los conflictos por la extracción de minerales como el coltán, ligados al progreso tecnológico de las multinacionales. A pesar de múltiples amenazas de muerte, Caddy Adzuba sigue promoviendo la reinserción de las mujeres congoleñas que han sufrido estas violencias en una sociedad en la que son, por este hecho, repudiadas.
Fatoumata Diawara. Nacida en Costa de Marfil (1982) pero de nacionalidad maliense, es una actriz y cantante que fusiona ritmos africanos con jazz y soul, compaginándolo con un fuerte activismo social. Creció en un entorno artístico y empezó desarrollando su carrera como actriz en los teatros de Malí. Después llegaría la música y sus dos álbumes: Fatou (2011) y Fenfo (2018). Quiso ser la primera mujer africana en tocar la guitarra eléctrica y aprendió por ella misma. Sus canciones hablan de la igualdad, la paz, la mutilación genital femenina o el empoderamiento de las mujeres africanas. Su música la ha llevado a actuar en la ceremonia de entrega de los Premios Grammy o en la playlist personal de Barack Obama. “No quería cantar en inglés o francés porque quería respetar mi herencia africana”, así que lo hace en bambara. Ella misma se presenta como embajadora de todo el continente africano y asegura que “África no es solo violencia, pobreza, expolio y guerra, sino también otras muchas cosas bonitas”.
Alice Nkom. Alice Nkom es una prestigiosa abogada camerunesa, reconocida y admirada por haber sido la primera mujer en practicar la abogacía en su país con tan solo 24 años. Pese a no tener ni referentes ni las cosas fáciles en su país, Nkom consiguió ejercer su carrera dentro del derecho. Destaca por su importante papel en la defensa de la legalización y normalización de la homosexualidad en Camerún. Fundando ADEFHO en 2003, una asociación por la defensa de las personas homosexuales, Nkom ha sido atacada por el gobierno por sus actividades, aunque ella ha seguido con su trabajo ayudando a jóvenes en el país a sentirse más seguros. Este deseo de contribuir a la defensa de los derechos humanos la ha llevado a militar activamente en organizaciones políticas como el Social Democratic Front y, recientemente, a participar como invitada en diversas conferencias internacionales. Galardonada también por organizaciones como Amnesty International por su dedicada lucha, Alice Nkom dice: “Cuando estás haciendo algo que está bien, tú lo haces y tienes cuidado… Alguien tiene que hacerlo.”
Políticas, artistas, abogadas, militantes feministas, militantes ecologistas y más, la lista de las mujeres que hemos mencionado es solo una pincelada que representa a las mujeres del continente africano. Han contribuido o están contribuyendo a la construcción de una nueva página de la historia de África, en femenino. De Túnez a Guinea, de Egipto a Camerún, de Etiopía a Madagascar, son mujeres que se implican en cambiar el continente, que rompen tabús y roles de género, que transforman la visión de las mujeres en África y, sobre todo, que inspiran a las demás mujeres del continente. ¡Feliz Día de la Mujer Africana!
Texto colaborativo escrito por Adriana Fuertes, Bianca Carrera, Carina Garcia, Fortunat Miarintsoa, Irina Samy, Sergio Bolea y Viviane Ogou.
Me encanta ver y leer el trabajo que estáis haciendo en esta revista. El empoderamiento y reconocimiento de todas las naciones africanas y en especial me ha gustado este artículo en el que prestáis especial atención y reconocimieto a las heroinas africanas.
Mwalimu María