Libia: ¿Luz al final del túnel?

Desde el estallido de la Revolución libia en 2011, el país ha vivido en una situación de agitación causada por la coexistencia de diferentes actores con perspectivas de futuro contrastantes. En los últimos años han sido numerosos los esfuerzos diplomáticos que han intentado poner fin a la problemática del país. Sin embargo, ninguno ha tenido una influencia tan decisiva como la que se obtuvo el pasado 23 de octubre con la firma del alto el fuego permanente mediado por la ONU. Este acuerdo debería fortalecer el plan de paz propuesto por la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas (UNSMIL) y alentar la adopción del embargo de armas adoptado por el Consejo de Seguridad.

Antes de la muerte de Muamar Gadafi, las fuerzas nacionales de la oposición anti-Gadafi – representadas principalmente por la Fuerza Aérea Libia Libre, el Ejército de Liberación Nacional Libio y la Conferencia Nacional de la Oposición Libia – fueron capaces de dejar de lado rivalidades internas y actuar bajo la premisa de poner fin al mandato de Gadafi. Finalmente, tras más de cuatro décadas en el poder, el régimen autoritario llegó a su fin con la muerte del dictador. De esta forma, se marcó un punto de inflexión en el desarrollo del conflicto, creando una breve sensación de vacío de poder que fue aclamada por la mayoría de la población libia.

Trípoli celebrando la muerte del dictador Muamar Gadafi, 20 octubre de 2011. Fuente: LSE

No obstante, la muerte de Gadafi acrecentó las tensiones internas, llevando al estallido de la llamada Segunda Guerra Civil libia poco después de las elecciones parlamentarias de 2014. Si bien los grupos que conformaban la oposición anti-Gadafi estaban unidos por el odio compartido hacia el dictador durante su régimen, la muerte de éste hizo que floreciesen diferencias ideológicas y tensiones internas entre ellos.

El papel desempeñado por los países externos – por una lado, Turquía y Qatar; por otro lado, Rusia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Estados Unidos – y su particular posicionamiento en uno de los bandos que luchaban por el control del país, contribuyó igualmente al avance de las tensiones. Ante lo que parecía ser un conflicto duradero, la comunidad internacional optó por no quedarse de brazos cruzados e intervenir para paliar futuras consecuencias. Fue con este objetivo en mente que tuvieron lugar los primeros esfuerzos internacionales para alcanzar la paz a principios de 2015, en la ciudad de Skhirat, Marruecos. El resultado fue la instauración del llamado Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) con el apoyo de la ONU.

Años más tarde, en febrero de 2019, se llevaron a cabo nuevas negociaciones entre el jefe del Ejército Nacional Libio (LNA) y el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), que representaban los dos bandos rivales. Éstas se vieron frustradas cuando el Ejército Nacional Libio (LNA) sitió la ciudad de Trípoli en abril de 2019, postponiendo la Conferencia Nacional Libia que iba a tener lugar ese mismo mes en la ciudad de Ghadames, al noroeste del país. En julio del mismo año tuvo lugar una importante iniciativa para el cese de la violencia en Libia: la creación de un “plan de paz” de 3 puntos propuesto por el entonces jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), Ghassan Salamé. Este plan llevó a la creación de la “Comisión Militar Conjunta 5+5” que representaría los intereses de los dos bandos rivales, que podrían elegir, respectivamente, a cinco oficiales militares como miembros de la Comisión.

En la misma línea, se pusieron en marcha varias iniciativas a nivel internacional, como las conversaciones celebradas en Moscú el pasado 13 de enero. La idea era crear un espacio de comunicación entre Fayez al-Sarraj – líder del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) avalado por la ONU – y Jalifa Haftar – el general libio con poder sobre la zona este del país – para así acordar un cese el fuego mutuo. Sin embargo, dicho acuerdo no se llegó a formalizar. En un segundo intento de poner fin al conflicto y remediar los errores cometidos en Moscú, el 16 de enero tuvo lugar una nueva conferencia internacional en la ciudad alemana de Berlín. El principal objetivo de esta cumbre era lograr un alto el fuego en todo el territorio libio y proporcionar una solución políticamente viable para ambos bandos beligerantes.

Globalmente, la creación del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) y los numerosos intentos de la comunidad internacional de buscar una solución a la crisis han sido bien recibidos tanto dentro como fuera del país. Sin embargo, la esperanza del pueblo libio hacia la reconstrucción de la nación ha seguido un camino similar al de una montaña rusa. Bien es cierto que Roma no se construyó (o en este caso, se reconstruyó) en un día, pero el pueblo libio sigue luchando por una nación estable democráticamente unificada y pacífica, representada por un gobierno unido e internacionalmente reconocido.

Por otro lado, el papel desempeñado por las potencias internacionales en el conflicto libio ha sido bastante contestado. Pues, aunque el argumento sostenido por éstas ha sido el de poner fin a las atrocidades, en ocasiones su intervención ha incrementado las rivalidades tribales existentes y fomentado la inestabilidad, hasta el punto de considerarse el conflicto como una “guerra de poder europea” – término acuñado por el experto en Libia Andreas Dittmann. Y, tras casi una década de conflicto, el costo humano ha alcanzado niveles incalculables. Sin mencionar que la falta de una autoridad central unificada en el país ha facilitado el asentamiento del grupo radical Estado Islámico de Irak y el Levante – mayormente conocido como ISIS o Dáesh.

Esto enfatiza aún más la importancia del acontecimiento histórico que tuvo lugar el viernes pasado en las oficinas de las Naciones Unidas en Ginebra: la firma de un acuerdo de alto el fuego permanente entre las partes beligerantes de Libia. Un hecho que, según Stephanie Williams – la enviada de la ONU en Libia – “pasará a la historia”. De hecho, reforzaría el primer punto del plan de paz respaldado por la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), dando, asimismo, algo de luz sobre la importancia de mantener el embargo de armas impuesto por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el año 2011, tras adoptar de forma anónima la resolución S/RES/1970.

Panorama general durante las negociaciones entre las facciones rivales del conflicto en las oficinas de la ONU en Ginebra, 20 octubre, 2020. Fuente: The Middle East Eye

Este acuerdo de alto el fuego permanente ha sido recibido como un primer paso hacia la reconstrucción de la nación libia, repartiendo esperanza por primera vez en casi una década. Además, el acuerdo también incluye «la salida de los mercenarios y combatientes extranjeros de todos los territorios libios, tierra, aire y mar, en un plazo máximo de tres meses”, como declaró Williams. Pero, para cumplir dicho acuerdo de manera efectiva, ambas partes rivales tendrán que confiar la una en la otra en la retirada de las tropas de las líneas del frente, así como en la retirada de las tropas extranjeras presentes en el territorio. Requerirá, además, de la cooperación externa de las potencias internacionales involucradas en el conflicto, tales como Rusia, Turquía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos.

Bien es cierto que todavía queda un largo camino por recorrer para unificar las diferentes milicias y reparar las estructuras de poder del país. Sin embargo, este acuerdo de alto el fuego respaldado por la ONU parece ser el comienzo adecuado. Y, a pesar del escepticismo de algunos observadores libios que cuestionan su viabilidad a largo plazo, el tratado firmado el pasado viernes 23 ha sido recibido por la comunidad internacional como un cambio potencialmente tangible para el futuro del país. Como Moin Kikhia – Fundador y presidente del Instituto Democrático Libio – declaró el pasado mes de junio: “el país necesita un cambio real y el momento de actuar es ahora”.

Fuentes de Interés:

https://www.aljazeera.com/news/2020/10/23/un-says-libya-sides-reach-permanent-ceasefire-deal

https://news.un.org/en/story/2020/10/1076012

https://www.telegraph.co.uk/news/2020/10/23/libyan-rival-armies-agree-ceasefire-departure-foreign-mercenaries/

https://www.bbc.co.uk/news/world-africa-24472322

https://www.bbc.co.uk/news/world-africa-54660039

https://www.middleeasteye.net/news/libya-ceasefire-sign-permanent-following-talks

https://www.nationalgeographic.com/culture/topics/reference/arab-spring-cause/

https://www.europapress.es/internacional/noticia-serraj-haftar-viajaran-proximamente-moscu-negociar-paz-libia-rusia-20200112234639.html

https://www.europapress.es/internacional/noticia-serraj-haftar-viajaran-proximamente-moscu-negociar-paz-libia-rusia-20200112234639.html

https://www.france24.com/es/20200113-las-partes-en-el-conflicto-libio-se-re%C3%BAnen-en-mosc%C3%BA

https://www.dw.com/en/europe-needs-a-common-voice-toward-libya/a-15722197

https://www.dw.com/es/libia-otro-intento-de-paz-en-la-conferencia-de-berl%C3%ADn/a-52005125

https://unsmil.unmissions.org/unsmil-welcomes-acceptance-libyan-parties-resumption-joint-military-committee-55-talks

https://iranpress.com/content/18300

Autor

Virginia Mateo Martínez

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