La estrategia llevada a cabo por la Unión Africana (UA) y su rápida actuación han permitido mantener controlada la crisis sanitaria en el continente, y han mostrado unas cifras que han sorprendido a la comunidad internacional. A pesar de contar con unas estructuras debilitadas y una mayor escasez de recursos sanitarios en comparación con los países de occidente, África registra un número relativamente reducido de casos positivos y un porcentaje de fallecimientos que corresponde, aproximadamente, a la mitad del registrado en el continente europeo.