Desde hace siglos, las distintas comunidades de África han desarrollado diferentes y particulares formas de gobernanza. Modelos ideados por y para grupos reducidos evolucionaron hasta ser efectivos para grandes civilizaciones y, al entrar en contacto con otras, se adaptaron hasta alcanzar nuestros días. Esto ha ocurrido con los sistemas políticos y de gobernanza de Camerún y Etiopía, dos países que, aunque situados en puntos opuestos del continente, comparten muchos rasgos y desafíos en su camino e historia política.

Los sistemas políticos en África han sufrido una evolución constante. Desde modelos locales hasta la implementación de la democracia. Mali y Botsuana presentan recorridos propios. Mali fue pionero en justicia social con la Carta de Kurukan Fuga (1235), mientras que Botswana es hoy reconocida por sus procesos democráticos pacíficos y multipartidista desde su independencia.

La diversidad es uno de los aspectos destacables de África, sobre todo en lo referido a las lenguas, que se cuentan por miles en todo el continente. Desde hace décadas y a través de diversos mecanismos, la población africana y sus instituciones tratan de promover y proteger sus lenguas maternas consideradas hoy un vector clave de desarrollo.