Abiy Ahmed es el 12º africano laureado con este galardón. El premio le fue concedido por sus esfuerzos para alcanzar la paz y la cooperación internacional y, en particular, por su decisiva iniciativa para resolver el conflicto fronterizo con la vecina Eritrea.
El 19 de enero de este mismo año, representantes de los dos proclamados ‘legítimos’ gobiernos libios – el respaldado por la comunidad internacional y liderado por Fayez Al-Sarraj, y el encabezado por el comandante Jalifa Haftar, de las fuerzas rebeldes y antiguo miembro del régimen de Muamar al Gadafi – se reunieron en Berlín con motivo de acabar con las tensiones que han ocupado las calles desde la primavera Árabe en 2011.
Quico Germain es un joven de 25 años que vive en Uganda. A los 19, tras participar de diferentes proyectos, decidió terminar el segundo año de estudio, coger una avión a Tanzania sin billete de vuelta y empezar a trabajar como cooperante. Descontento con el proyecto en el acabó, decidió viajar, conocer diferentes iniciativas y terminó en Uganda donde conoció a Deborah, la directora de un orfanato. Poco después fundó la Asociación Petits Detalls, una entidad que escala iniciativas locales para fomentar el desarrollo.
Varios países están aportando soluciones novedosas para hacer frente a la situación del coronavirus. En las culturas tradicionales suele hacerse uso de la medicina natural, y la falta de medios ha impulsado el desarrollo de medicinas y de tecnologías fuera de lo «mainstream». ¿Serán funcionales?
Aunque el confinamiento general es probablemente el medio más eficaz para contener el coronavirus, en el contexto del continente más pobre del mundo, esto puede generar un sinfín de eternidades. Con todos los sectores del gobierno ya sobrecargados, un cierre duradero y severo como el que se ha visto desencadenará una enorme repercusión política, social y económica a largo plazo que podría ser más devastadora que el propio Covid-19. Muchas empresas de pequeña escala se arruinarán y millones de personas se verán sumidas en la pobreza y el hambre.
Los países africanos han incrementado sus esfuerzos para contener el virus. Sin embargo, estos se han visto dificultados por los déficits sistema de salud, las bajas condiciones sociales y la deuda con organismos internacionales. Con más de 400 millones de personas viviendo en pobreza extrema, sequías frecuentes, inundaciones y hambrunas, la gestión del coronavirus es un reto que va a costar superar.
El pueblo Oromo ha habitado el sur y centro de la actual Etiopía durante siglos. Hoy en día, partidos y organizaciones demandan su independencia, lo que ha se ha convertido en uno de los principales retos políticos de la república.
Aunque el coronavirus tardó en llegar al continente africano – a excepción de a Lesoto y a las Islas Comoros – el virus se está expandiendo vertiginosamente. La superstición y la desobediencia a las recomendaciones sanitarias son los motores de esta transmisión.
En África, la homosexualidad es un tema delicado. Está penada a diferentes niveles que van desde la muerte a las restricciones de libertad de expresión y asociación. Solo un estado permite la unión civil en forma de matrimonio y los demás no ofrecen ningún tipo de protección.
¿Quieres saber cuáles son los desafíos del continente?
Ayer fue el Día de Europa. Ya sabréis que se celebra la Declaración Schuman que inauguró la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Para celebrar la victoria de la paz y la reconciliación tras las dos guerras mundiales me gustaría rendir homenaje a todos los africanos que lucharon en la segunda guerra mundial.