La región del Sahel preocupa, desde hace años, a las principales potencias europeas, sobre todo a España y Francia. El avance del yihadismo, principalmente las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico, ha multiplicado el número de acciones violentas en la zona. Para tener bajo control las grandes extensiones del Sahel, países europeos como Francia, Alemania y España operan en la zona en apoyo a los ejércitos locales, como la formación impartida por la Guardia Civil en la denominada operación GAR-SI Sahel, de la Unión Europea, para unidades de gendarmería en diferentes países de la región.
En el año 2014, Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger crearon, el G5 Sahel. El objetivo de la unión es reforzar la cooperación regional y enfrentarse a retos de carácter transfronterizo. Desde el inicio, la Unión Europea, con Francia a la cabeza, decidió defender la iniciativa. El objetivo era abrir el diálogo social y político, aumentar el desarrollo y seguridad en la zona y fortalecer la estabilidad en la región. La zona del Sahel es un avispero para otras regiones como el Magreb o África central. Desde los movimientos hacia el norte para dirigirse al estado fallido de Libia, de cara al apoyo en forma de mercenarios para las diferentes fracciones que actúan en los conflicto, hasta los peligrosos movimientos terroristas que se dirigen al sur, como se pudo comprobar en el atentado producido hace varias semanas al norte de Costa de Marfil, cerca de la frontera con Burkina Faso.
La presencia española en África se asienta en varias misiones por tierra, mar y aire. España lleva años comprometida con la región y ha reforzado sus esfuerzos, con especial atención en Malí, donde apoya y observa la aplicación del Acuerdo de Paz y Reconciliación firmado en 2014 entre el gobierno y los grupos rebeldes. De esta forma, participa en todas las misiones de la Unión Europea en la región (EUTM Malí, EUCAP Sahel Malí, EUCAP Sahel Níger) y también en MINUSMA, de las Naciones Unidas. La Unión Europea tiene un papel destacado en la región, donde su presencia financiera es importante. Primer donante AOD en el Sahel, con aproximadamente 5.000 millones de euros destinados a los cinco países del Sahel institucional para el período 2014-2020.
Pese a que el Ministerio de Defensa tuvo que retirar más de 100 militares de la operación EUTM Malí a causa del coronavirus, podría aumentar el número en un futuro el número de soldados en la misión. El Sahel le importa a Madrid debido a salvaguardar la estabilidad y evitar una crisis humanitaria. El repliegue de contingentes en el tablero asiático (Irak y Afganistán) podría aumentar el número de tropas, con la misión de reducir el grupo de organizaciones criminales y yihadistas que actúan en la zona y empiezan a delinquir desde el Golfo de Guinea hasta la frontera con Ceuta, como pasa con los traficantes de seres humanos.
En esta misión el ejército español tiene el cometido de entrenar a las tropas malienses en ejercicios militares y asesoramiento en cuestiones de mandos militares y gestión de recursos. El estado de Malí sufre desde hace años un desorden institucional que corroe los cimientos del país. Una crisis humanitaria y de seguridad que los grupos yihadistas aprovecharon desde 2012, con el inicio de la rebelión tuareg y el golpe militar, para instalarse en el país.
España también apoya logísticamente a los socios en las misiones africanas. Aunque replegó sus tropas del destacamento Mamba, debido al estado obsoleto de los aviones C-130 Hércules, que opera desde Gabón, para reforzar el destacamento Marfil, que desde Senegal ayuda logísticamente a la operación militar Barkhane, liderada por Francia. A principios de mes, una operación francesa acabó con la vida de Abdelmalek Droukdel, líder de Al Qaeda en el Magreb. Pero también tiene que buscar la forma de acercarse, en el plano social, a la oposición de los grupos locales que se oponen a la presencia de tropas extranjeras en sus países.
COMPROMISO CON ÁFRICA
La península, por el Estrecho de Gibraltar, es la puerta de Europa a África y los territorios de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, son los únicos enclaves de la Unión Europea en territorio africano. Es por ello por lo que la seguridad y estabilidad del continente africano es una prioridad para el gobierno español.
En la República Centroafricana la misión EUTM RCA proporciona apoyo al país. La república posee un grave problema social donde las persecuciones étnicas y religiosas entre cristianos y musulmanes se traducen en quema de aldeas, asesinatos indiscriminados y violaciones de derechos humanos. Aunque la situación relativamente ha mejorado, el Gobierno, que falta de medios para parar los conflictos, denunció ante la Corte Penal Internacional los abusos de los líderes religiosos. El líder de los anti-Balaka, el cristiano Alfred Yekatom, fue detenido a finales de 2018 y entregado al tribunal acusado de crímenes de guerra y lesa Humanidad. La misión española consiste en un proyecto no ejecutivo de defensa donde la finalidad es contribuir al esfuerzo de la UE en el asesoramiento, formación y adiestramiento del ejército de la República Centroafricana y así fortalecer su capacidad para contribuir a la defensa de su territorio y para la protección de su población.
En Somalia, España también ejerce una presencia activa. La guerra civil acabó con el dictador Siad Barré, aunque perdura desde el año 1991 convirtiendo el país en el primer estado fallido del mundo. La violencia en el país llegó al grado de forzar la retirada de las tropas estadounidenses tras el cambio de opinión púbica en los Estados Unidos. Ver como los soldados americanos eran arrastrados por las calles de Mogadiscio supuso un cambio en la opinión social y llevó a Washington a la retirada, acción que fue llevada a la gran pantalla con la película, basada en hechos reales, ´Black Hawk Down´. Aunque EEUU siguió colaborando con el apoyo de drones.
Más de 10 millones de personas necesitan ayuda básica según Naciones Unidas y 850.000 personas han huido del país conforme los datos que muestra ACNUR. Piratas, criminales, grupos yihadistas, hambruna y el cambio climático dificultan gravemente la habitabilidad. Somalia, que sigue sin un gobierno firme, hace todo lo posible para no caer en manos del grupo yihadista Al-Shabbaab, que pretende conquistar el país para imponer la Sharia. La Unión Europea, junto con Serbia, entró en el país en 2010 para frenar el avance del yihadismo y el asedio a buques en aguas del Índico. EUTM-Somalia se centra en el apoyo y formación de las fuerzas de seguridad para combatir la piratería y colaborar desde tierra para su estabilización. Sin salir de Somalia, la operación Atalanta marca la paz en el mar.
La misión marítima Atalanta EUNAVFOR supone la seguridad de que los suministros humanitarios, traídos por la mar a través de buques del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, lleguen. También ofrece cobertura y seguridad a los miles de barcos mercantes y pesqueros que transcurren por la zona. La Fuerza Naval de la Unión Europea patrulla en una amplia zona entre el Golfo de Adén y las islas Sychelles junto con el apoyo de aviones. El papel de España es importante ya que dispone del destacamento de ‘Orión’ en Yibuti. Los aviones del destacamento se van alternando entre los P-3 ‘Orión’ y CN-235 ‘Vigma’. En 2019, el Cuartel General de la UE en Rota asumió el mando de la operación Atalanta. Tras la operación ‘Ocean Shield’ de la OTAN, la UE retomó el papel militar para evitar los cientos de abordajes que mermaban el comercio marítimo en la zona.
Pese a que el coronavirus puede trastocar cualquier operación, el Ministerio de Defensa, aún y dificultades económicas que tendrá que lidiar próximamente, pone en África especial atención. La ministra de exteriores, Arancha González Laya, reafirmó el pasado mes de mayo su compromiso con África y pidió a la comunidad internacional que centre sus esfuerzos en paliar los efectos económicos del COVID en la región, donde China juega un papel importante y no parece flexible con los prestamos actuales.