El propósito de este ensayo es mostrar el peligro de conocer una historia única como bien explicaba la escritora feminista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en uno de sus Ted Talks (2009), pues la narrativa que reciben los países europeos todavía hoy sobre los países del continente africano es limitada y tiene a menudo un enfoque particular.

El norte de África es una de las regiones del planeta que más está sufriendo los efectos del cambio climático. De todos los países de la región, Sudán es considerado uno de los más vulnerables del mundo, ya que sus recursos naturales y ecosistemas se están deteriorando. Los expertos aseguran que, si no se interviene para revertir la situación, varias zonas de este país pueden volverse inhabitables a causa del cambio climático. Pero, a raíz de la revolución de 2019, liderada prácticamente por mujeres – que fueron determinantes para la creación de un gobierno de transición -, Sudán tiene una oportunidad para invertir en desarrollo sostenible y apostar por una economía verde.

Desde hace aproximadamente mes y medio, la República Federal Democrática de Etiopía está en los focos de la prensa internacional tras la declaración de su actual Primer Ministro, Abiy Ahmed Ali, de una ofensiva militar contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT). Para entender este conflicto es necesario profundizar en sus divisiones étnicas así como en su sistema político federal, altamente polarizado y causante de diversas tensiones.