La estrategia llevada a cabo por la Unión Africana (UA) y su rápida actuación han permitido mantener controlada la crisis sanitaria en el continente, y han mostrado unas cifras que han sorprendido a la comunidad internacional. A pesar de contar con unas estructuras debilitadas y una mayor escasez de recursos sanitarios en comparación con los países de occidente, África registra un número relativamente reducido de casos positivos y un porcentaje de fallecimientos que corresponde, aproximadamente, a la mitad del registrado en el continente europeo.

A finales de 2020 se alcanzó un acuerdo para normalizar las relaciones entre Israel y Marruecos. Antes de la su independencia en 1956, Marruecos era el país del mundo árabe con mayor presencia de población judía. Actualmente 40% de la ciudadanía marroquí desconoce el legado del judaísmo en su país, y su visión de Israel se limita al enfrentamiento con Palestina. La normalización de relaciones traerá grandes ventajas económicas para la población del reino alauí, dedicada en su mayoría a la explotación agrícola, ámbito en el que Israel es considerada una potencia global.

En 2018 centenares de huesos fueron enterrados en Namibia después de haber aguardado un entierro digno durante más de un siglo. Dichos restos llegaron desde Alemania, donde a inicios de siglo decenas de científicos acumularon los huesos de las víctimas del primer genocidio del siglo XX. Su finalidad era estudiar la superioridad genética del hombre blanco. Esta no es la historia de cómo volvieron los huesos de la nación herero a Namibia, sino la historia de su genocidio.

El propósito de este ensayo es mostrar el peligro de conocer una historia única como bien explicaba la escritora feminista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en uno de sus Ted Talks (2009), pues la narrativa que reciben los países europeos todavía hoy sobre los países del continente africano es limitada y tiene a menudo un enfoque particular.

El norte de África es una de las regiones del planeta que más está sufriendo los efectos del cambio climático. De todos los países de la región, Sudán es considerado uno de los más vulnerables del mundo, ya que sus recursos naturales y ecosistemas se están deteriorando. Los expertos aseguran que, si no se interviene para revertir la situación, varias zonas de este país pueden volverse inhabitables a causa del cambio climático. Pero, a raíz de la revolución de 2019, liderada prácticamente por mujeres – que fueron determinantes para la creación de un gobierno de transición -, Sudán tiene una oportunidad para invertir en desarrollo sostenible y apostar por una economía verde.

Pocas veces oímos hablar de Mali en Europa y, cuando lo hacemos, suele ser en relación con la inseguridad y la inestabilidad política que azotan el país desde hace años. Lo que no suele ser tan común es mirar Mali desde una perspectiva distinta: a través de su música. Cuando hablamos de “música maliense” no hacemos referencia a ningún estilo en específico, sino, simplemente, a las obras de los músicos ligados a este país.

El desarrollo sostenible es uno de los aspectos más relevantes de las propuestas políticas, y la primera de las siete aspiraciones de la Agenda 2063 de la Unión Africana, con la cual pretende alcanzar la prosperidad y el bienestar de todos los ciudadanos. Iniciativas tanto públicas como privadas se han impulsado en diferentes países para fomentar el sector, que provee de las infraestructuras básicas y genera el contexto físico donde tienen lugar las interacciones sociales.