Las mujeres africanas tienen un papel fundamental en el desarrollo del continente africano, utilizando el emprendimiento como su principal herramienta. Pero ser emprendedora en África no es tarea fácil, pues existen una serie de obstáculos a los que tienen que hacer frente, los cuales analizaremos y daremos solución en este artículo.

La ciudad de Dakar no se entendería sin sus grafitis y murales, ya que estos fueron parte de una estrategia popular de mejora del entorno urbano en los años 80 y un movimiento de responsabilidad social y reivindicativa en respuesta al hastío provocado por la situación política. La consolidación de este modo de expresión llevó a la creación de Festigraff, el primer festival de este tipo en el continente africano.

La Fundación Kalilu Jammeh trabaja, desde 2006, para el desarrollo de Gambia. Fundada por quien le da su nombre, lleva más de quince años liderando proyectos de educación, agricultura y salud para mejorar la calidad de vida en el país. Su objetivo es potenciar a la población local y así ayudar en su lugar de origen.

El reparto de África o the Scramble for Africa realizado en 1885 durante la Conferencia de Berlín, asentó la idea colonial de que África necesitaba ser civilizada. Este discurso se vió fortalecido por la falta de fuentes escritas sobre el territorio. Sin embargo, la arqueología ha permitido afirmar que el continente precolonial ya contaba con una organización política, deslegitimada en la Conferencia por no ser igual a la occidental. Los Estados no hegemónicos y las sociedades sin Estado dividían el continente de norte a sur y de este a oeste. El Imperio de Ghana (siglo VII- siglo XII) es una prueba de ello.

La reutilización de productos o materiales es una medida esencial para hacer frente a la crisis climática existente. Los residuos plásticos son de los más abundantes y su gestión inadecuada es ya un problema de escala global. Hace dos décadas se construyó la primera vivienda en el continente africano con botellas de plástico en lugar de ladrillos. Al tratarse de un desecho, su uso permitía abaratar el coste, al tiempo que reducía la contaminación del entorno. Desde entonces el plástico se ha utilizado de diferentes formas y actualmente, en algunos países, su procesado en fábricas lo ha convertido en la materia prima de los ladrillos que favorecen la construcción de un futuro más sostenible.