La Fundación Kalilu Jammeh trabaja, desde 2006, para el desarrollo de Gambia. Fundada por quien le da su nombre, lleva más de quince años liderando proyectos de educación, agricultura y salud para mejorar la calidad de vida en el país. Su objetivo es potenciar a la población local y así ayudar en su lugar de origen.

Con el objetivo de poner en valor la agencia que practica la diáspora africana, se hace un repaso por algunos de los desafíos que el desarrollo económico sostenible supone para los países africanos, y se indaga en algunas de las maneras en que la diáspora africana ha ido asumiendo estos retos. A partir de una concepción de la economía popular africana flexible y positiva, se subraya la importancia de las remesas enviadas y de los proyectos de cooperación implementados por las asociaciones de inmigrantes de origen africano, como una forma de desarrollo económico sostenible llevada a cabo también desde y para África.

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Este artículo supone un breve análisis sobre la evolución que ha tenido la perspectiva del desarrollo de los países africanos, los problemas que presenta y las soluciones que proponen distintos autores. Se muestra cómo partiendo de la tradicional visión asistencialista, actualmente obsoleta, en la que la ayuda de occidente es un elemento indispensable para el crecimiento económico de África se evoluciona dando visibilidad a las ideas de empoderamiento y autogestión de los ciudadanos africanos.

El territorio del Sáhara Occidental se encuentra inscrito en la realidad del continente africano. Dado que es un territorio extenso y heterogéneo, conocer su contexto es crucial: una historia étnica de monarquías pre-coloniales, seguida de la colonización europea con la Conferencia de Berlín en 1884 y finalizando con las diversas independencias nacionales africanas. Asimismo, en las regiones magrebíes se encuentra muy presente la población Amazigh, que convive simultáneamente con la población árabe demostrando la heterogénea realidad del pueblo saharaui.

La aspiración panafricanista de construir una África integrada y políticamente unida se remonta a los procesos de descolonización iniciados a partir de la década de los 50 y ha sido adoptada como hoja de ruta por un amplio número de organismos intergubernamentales. Sin ir más lejos, en el Acta Fundacional de la Unión Africana (2000), y heredada de su predecesora Organización para la Unidad Africana, la integración política y socioeconómica del continente figura como uno de los objetivos principales de la organización. En este sentido, la libre circulación de personas se presenta como uno de los pilares fundamentales para alcanzar esta meta.

Después de ganar la independencia en 1966 de los británicos, Botsuana solo tuvo 12 kilómetros de carretera pavimentada, 22 graduados de la universidad y 100 personas graduadas de la escuela secundaria (Acemoglu et al., 2003).  En ese mismo año alcanzó un PIB (Producto Interno Bruto) per cápita de $663 y tuvo […]

La población tunecina, sobre todo la más joven, lleva reivindicando más de diez años una serie de cambios políticos y económicos que no parecen materializarse. En 2021 las manifestaciones multitudinarias volvieron a llenar las calles, donde la juventud exigía que sus necesidades fueran escuchadas. Un año después no parece que dichas demandas hayan sido solventadas, aunque la situación política del país sí ha cambiado.